La historia de Calma, y la mía propia, no se puede entender sin las “tormentas”.Esas “tormentas” que llegan sin avisar, arrasan con todo a su paso y sin más, desaparecen.Me llamo Lucia Iglesias y soy esteticista y gerente de Calma Estética Avanzada.
Yo creía que no tenía una vocación, no había nada que me encantase ni me apasionase. Desde muy pequeña me inculcaron que estudiara una carrera universitaria, nunca me planteé otra cosa. Y la verdad, con 18 años, no sabía lo que quería de la vida.
Viví mis años de universidad, estudiando Administración y Dirección de empresas, cuestionándome día tras día, si eso era lo que quería, pero cuando no te quieres dar cuenta de las cosas, la vida te manda una “tormenta”.
Lo bueno de las tormentas es que vienen para cambiar las cosas, para enseñarte qué quieres, qué necesitas y qué es lo que tienes que hacer.
Después de mucho esfuerzo (no solo mío, sino de los míos) comencé a estudiar Estética. Ahí, me enamoré perdidamente del masaje, lo que me llevó a seguir formándome en fisio estética y quiromasaje.
El masaje y las técnicas manuales siempre han sido una parte muy importante en todos mis trabajos y he seguido formándome en este campo.
Pasé por diferentes centros y aprendí no sólo lo que quería si no, sobre todo, lo que NO quería para mí.
De esta experiencia, nació mi objetivo a día de hoy en los tratamientos: Buscar objetivos REALES, sin falsas promesas ni milagros, y siempre con la máxima calidad buscando la excelencia.
Por ello, creo firmemente en la combinación de tratamientos manuales, aparatología respetuosa con nuestro organismo y cosmética de alta calidad.
Llega marzo de 2020 y el mundo se para. Esa sí que fue una gran “tormenta”, pero la mía vino después.
Cuando estás en plena “tormenta” todo lo que ves es oscuro…. y cuando creía que nunca acabaría, sin buscarlo ni imaginarlo, sale el sol.
Así que no podía tener mejor nombre mi centro:
“Se llama Calma y me costó muchas tormentas obtenerla” DALAI LAMA
